El Reiki es ideal para usarlo en perros y gatos y otras especies además de humanos, porque es una terapia amable, no invasiva y permite si lo hacemos de forma respetuosa y consciente no causar estrés, ni incomodidad, ni dolor y proporciona muy buenos resultados.
Los animales responden intuitivamente de forma positiva al notar el soporte que le proporciona el Reiki a nivel de sanación emocional, de comportamiento y enfermedades físicas. Para animales que están sanos, el Reiki les ayuda a mantener su salud, a promover la relajación, y les proporciona momentos de paz y satisfacción.
Para animales enfermos, el Reiki es maravilloso como método de sanación, así como un complemento perfecto a otros tratamientos. Puede combinarse con cualquier tratamiento veterinario, impulsando así los efectos de dicho tratamiento y reduciendo los efectos secundarios de tratamientos agresivos como la quimioterapia.
En el caso del tratamiento junto con Flores de Bach hace un trabajo fantástico de impulso: si además de las esencias florales adecuadas utilizamos Reiki para el mismo animal, notaremos la mejora mucho antes y en más profundidad, ya sea a nivel físico, de comportamiento y emocional. No es menos importante considerar el Reiki como una herramienta de acompañamiento al final de la vida de nuestros amados compañeros: es un gran apoyo energético que reconforta y da fuerza frente al dolor, miedo, ansiedad, etc., y da valentía al grupo para la partida hacia la muerte. Para los que se quedan, humanos y no humanos, el Reiki seguirá siendo una herramienta que les ayudará a llevar un poquito mejor el duelo y gestionarlo adecuadamente.
Existen dos modalidades del curso:
Primera Modalidad. Para personas que ya tienen mínimo nivel 1 de Reiki Japones o Tibetano- Tántrico
Segunda Modalidad. Para personas que no tienen ningún conocimiento sobre Reiki, por lo que es necesario integrar en el curso el Nivel uno de Reiki.